15 ene 2006

Roberto Sosa

Recuerdos Número 1-2

A Roberto Armijo y Alfonso Quijada Urías

Mi primer recuerdo
parte de un farol a oscuras y se detiene
frente a un grifo público goteando hacia el interior de una calleja muerta.

Mi segundo recuerdo
lo desborda un muerto,
una procesión de muertos violentamente muertos.



La eternidad y un día

A Francisco Salvador

Se hace tarde, cada vez más tarde.
Ni el viento pasa por aquí y hasta la Muerte es parte del paisaje.

Bajo su estrella fija Tegucigalpa es una ratonera.

Matar podría ahora y en la hora en que ruedan sin amor las palabras.

Solo el dolor llamea
en este instante que dura ya la eternidad
y un día.

¿Qué hacer?
¿Qué hacer?

Alguien que siente y sabe de qué habla
exclama, por mejor decir, musita - hagamos algo pronto,
hermanos mios, por favor muy pronto.

De "El llanto de las cosas"



Los claustros

Nuestros cazadores
—casi nuestros amigos—
nos han enseñado, sin equivocarse jamás,
los diferentes ritmos
que conducen al miedo.

Nos han amaestrado con sutileza.

Hablamos,
leemos y escribimos sobre la claridad.

Admiramos sus sombras
que aparecen de pronto.

Oímos
los sonidos de los cuernos
mezclados
con los ruidos suplicantes del océano.

Sin embargo
sabemos que somos los animales
con guirnaldas de horror en el cuerpo;
los cercenados a sangre fría; los que se han dormido
en un museo de cera
vigilado
por maniquíes de metal violento.



Enlaces
http://www.andes.missouri.edu/andes/cronicas/ewh_sosa.html