Nunca entenderemos bien lo que cuesta un milagro. Fue necesaria la erupción de un volcán, hace más de dos mil años, para que se formara una laguna en el cráter, y que luego, en 1873 y por la acción de un terremoto, el agua desapareciera por filtración y drenaje; el resultado de este esfuerzo tan dispendioso y lento fue el surgimiento de una fértil planicie cobijada por la chimenea del cráter. Una hermosa parte de esa planicie fue convertida en reserva por una mente previsora, y en el interior de ella se instaló el Jardín Botánico, que para quienes lo conocemos es orquídeas, plantas de otras latitudes, serenidad, pinos, bambúes, descanso, y un increíble y bienhechor silencio para soñar la utopía. A veces extrañamos el galope de un tranvía que nos acerque a sus puertas, pero el milagro permanece entrañable en nuestra agradecida memoria, hasta la siguiente visita. Tanto trabajo de la naturaleza para que los sansalvadoreños nos reconciliemos desde sus jardines con esta ciudad tan necesitada de parques.
Organización: Asociación Mujeres en las Artes “Leticia de Oyuela”
Fotos: Cortesía Dalia Chévez
La VI BAVIC es el único evento a nivel centroamericano que reúne una muestra significativa del arte de la región (aun sin incluir a Belice) y sus artistas, los confronta con los ojos de público especializado y de inocentes espectadores, y lo lleva a cabo con tenacidad y regularidad cada dos años desde hace poco más de una década, levantando polémica una y otra vez y por ello mismo enriqueciendo el diálogo a nivel artístico y social. Presentamos aquí una selección de las obras que fueron presentadas como parte de esta Bienal, llevada a cabo en Honduras y gracias a la impecable organización de “Mujeres en las Artes” (MUA). Acerca de las obras ganadoras citamos el acta del jurado:
“…única mención a Errol Barrantes de Costa Rica por su obra “En las faldas del Virilla” de la serie “Soñar no cuesta nada”. El tercer premio es para Verónica Riedel de Guatemala por su trabajo “Tuk Tuk (Mototaxi blindado)”, por su efectiva y lúdica hibridación de un repertorio de estéticas para pronunciar una crítica social y aludir a los distintos fenómenos que la configuran. El segundo premio es para Esteban Piedra de Costa Rica por su obra “Estudio para la deconstrucción de una casa”, por su sofisticada indagación de poéticas de carácter íntimo, una brillante excepción dentro de las líneas discursivas dominantes en el arte de la región ejemplificadas por esta exhibición. Y el primer premio se asignó a Marcos Agudelo de Nicaragua por su videoinstalación titulada “A la tumba perdida de Andrés Castro, a los héroes sin tumba de Nicaragua,” una modesta pero contundente pieza que revierte las convenciones de la estatuaria pública para convertirse en un efectivo agente para repensar la historia; un anti-monumento que a su vez permite, de manera muy poética, meditar en torno a la acción política del presente, trascendiendo sin problema alguno la especificidad del contexto que la origina para convertirse en un válido comentario de carácter universal.”
Celeste Ponce / Honduras
“Acid Light” / Foto digital / 99.3 x 102.2 cm.
Camila Sol / El Salvador
“Mantra” / Instalación / 233 x 53 cm.
Boris Ciudad Real / El Salvador
“El horizonte”/ Intervención en la pared / 200 x 250 cm.
Adán Vallecillo / Honduras
“Camillas de lubricación” / Objetual / 200 x 100 x 45 cm.
Dina Lagos / Honduras
“Mellizas” / Escultura en felpa / Dimensiones variables
Guillermo Araujo / El Salvador
“Razor” / Objeto
Jean Jacques Ribi / Panamá
“Sos pollo” / Glicee Print / 100 x 98 cm.
Miriam Hsu / Costa Rica
“No. 1674, sección administrativa, versión 2” / Objeto / 163 x 114 cm.
Verónica Riedel / Guatemala
“Moto taxi blindado (TUK TUK) circulando la ciudad” / Videoarte / 5 min.
Beatriz Santiago Muñoz presents the world premiere of her new film on anarchism “Flowers of Antimony”.
Last November, Puerto Rico-based Beatriz Santiago Muñoz presented the world premiere of her new film "Flowers of Antimony" at the California College of the Arts in San Francisco.
Santiago produced “Flowers of Antimony” over the course of last fall’s Capp Street Project artist-in-residence program at the CCA Wattis Institute, working with a number of Bay Area anarchist and radical-leftist individuals and groups, including the Long Haul (based in South Berkeley) and Free Radio Berkeley (a now-silenced alternative radio station).
CCA Wattis Institute says of her project:
“Her film explores the complex issue of anarchism and how it has evolved from its original incarnation—a group-centered, utopian practice—to encompass a variety of strategies, from tree-dwelling protests to veganism to open-source computing, enacted by individuals with diverse motivations who come together for specific activities and moments. Santiago mirrors this within her film, as she investigates alternative forms of protest and different possibilities for the creation of social change… The participants act out unscripted, improvised narratives that exist in the collective memory or as official histories.”
Beatriz Santiago Muñoz (Puerto Rico, 1972) currently lives and works in Puerto Rico after receiving an MFA from the School of the Art Institute of Chicago in 1997. Her film and videos are documentaries in which her collaborators appear haphazardly to effect social and political change. Her work has been featured in group exhibitions such as “InfiniteIsland: Contemporary Caribbean Art” at the Brooklyn Museum of Art in New York (2007) and “Slash Fiction” atGasworks in London (2007).
Premios Nacionales de Literatura 2008 de Costa Rica.
A finales del pasado mes de enero, como todos los años, se entregaron, por parte del Ministerio de Cultura de Costa Rica, los Premios Nacionales de Cultura, con resultados sorprendentes que han dejado en entredicho la validez o conveniencia de que sea el Estado el que premie los méritos artísticos de las obras literarias.
Los categorías de cuento y ensayo fueron declaradas desiertas, a pesar de de había, para la categoría de cuento, por lo menos treinta y tres candidatas. El escueto fallo de los jurados dictaminaba simplemente que ninguna de las obras era merecedora del premio.
En la categoría de novela, en cambio, se falló a favor de una obra titulada “La Rebelión de las Avispas”, por Carlos Morales. La novela en clave, de corte satírico, que el autor mismo reconoció cumplía un propósito vengativo, pretendía ridiculizar a ciertas feministas de alto perfil por medio del insulto, la burla, la caricatura y el humor sexista; urdiendo una trama que remeda el proceso administrativo por acoso sexual que terminó con el despido de Morales, sin responsabilidad patronal, después de varias décadas como catedrático y director de Semanario Universidad y Radio Universidad en la UCR.
El premio suscitó la esperada polémica que ha redundado en una solicitud de anulación del Premio. Las impugnantes aducen que aunque el autor tiene derecho a publicar su libro, por execrable que sea; el Estado, que ha suscrito tratados internacionales como el Convenio Belem do Pará sobre la violencia contra la mujer, no puede premiar una obra que promueva o incurra en dicha violencia. Parte de las denuncias, además, giran alrededor de la amistad del autor premiado con uno de los jurados.
Los Premios Cultura se encuentran, tras varios años de cuestionamientos, en una crisis de credibilidad de la cual dificilmente saldrán sin drásticas reestructuraciones.
Para mí son como efectos paralelos de alegría, la de toparse inesperadamente con un escritor y llegar a la parada en el mismo momento en que aparece el autobús. Asunto de la casualidad. Yo iba buscando al narrador de “American Psycho” y “Less Than Zero”. Porque quería leer a un autor norteamericano que me fuera contemporáneo (lo había hecho sin arrepentimiento con Franzen y sus “Correcciones”, la supuestamente más grande novela americana, otra más, como “Underworld”, o “The Bonfire of the Vanities”). Ahora, por supuesto, yo conocía el efecto Amazon: quienes compraron este libro, también compraron el de Juan. Pero yo tenía, en el fondo de la oreja, el tintineo del nombre. David Foster Wallace. Y ahí estaba, con mi tarjeta al frente, doble filo de plástico: vamos a darle.
Y se vinieron. “Brief Interviews with Hideous Men” y “Oblivion”. B. Easton Ellis quedó luego en la lona. No pasé más allá de 30 páginas en ninguna de sus novelas (de “American Psycho” rescato los consejos para una buena afeitada). D. F. W. (como dicen que le decían) fue más violento. No me soltó del cuello. Y la simple y sencilla alegría de tomar el autobús esperado sin esperar se transformó en un viaje hacia una prosa deslumbrante, hacia un narrador nato capaz de tenerte atado a la página con grilletes de seda. Que alguien sea capaz de clavarte con un cuento sobre ronquidos que no dejan dormir, con uno sobre el estudio de mercado de un pastelillo (cuyas muestras planea quien dirige el estudio llenar de veneno), sobre la capacidad de un veterano del Golfo de cagar obras de arte, en el recuento desde el más allá de un suicidado que se consideró siempre un impostor (¿lo habrá leído, Wallace, a Machado de Assís? improbable, el tono es tan distinto, y sin embargo...), en el asfixiante relato de una paciente bipolar (cargado de pedantes notas psicoanalíticas al pie, de un vaivén igual de exasperante al del relato principal), no sé, conozco pocos con ese talento. Quizás Poe. En fin. Fue Wallace un tipo que supo navegar el mal, lo recóndito de lo humano/oscuro. Sin excusas ni finales justicieros. Que aplicó la fórmula de Chejov, la de que la literatura no puede explicarnos el mundo, solo presentárnoslo tal cual es. Todo envuelto en un lenguaje elaborado, a veces enrevesada y deliciosamente proustiano, a veces artístico como el de Nabokov en su mejor inglés, con un humor negro pero también candorosamente cercano a la chanza perpetua de Rushdie. Lejos, muy lejos, del mal estilo taquigráfico que algunos se empeñan en decir que aprendieron de Hemingway.
Entonces, cuando vino la noticia, la de su suicidio, yo ya lo tenía en mi panteón. Sin haber leído la que dicen es su obra maestra, su novela de primerizo, “Infinite Jest”. Un escritor como esos que aún produce la narrativa yanqui y que los editores yanquis y anglos aún publican e incluso venden bien (yo me imagino, por estos días, a Cortázar aparecerse por alguna editorial en castellano, digamos con “Bestiario”, por no decir “Rayuela”, la patada en el culo que le darían).
Así me vino el shock. Pocas veces me pasa, que me afecte así la muerte de un escritor (algunos lo comparan con Cobain, puede ser: estrellas fugaces que iluminaron poco y demasiado, porque se fundieron en un solo esplendor). Será porque, luego, rumiando, descubrí que ahí estaban las pistas, en sus cuentos-noveletas. La depresión, la mentalidad obsesiva, la angustia. Como alguien que ha caminado por el borde de ese precipicio, sé lo que debe sentirse caer: como el único alivio a mano. Wallace era en sí un libro abierto. Del que no se abrirán nuevas páginas.
De oficios nobilísimos y ocupaciones execrables Palabra de Cíclope
Blog de Gabriel Otero
De todo hay en la viña del señor, los que producen y los que no, los que viven día a día con el rosario en la boca por mantener una familia y los políticos profesionales cuyos cuellos apenas traslucen unas gotas de esfuerzo, pero no hay que demeritarlos, el cabildeo también agota, no cualquiera aguanta las sesiones de la asamblea o las reuniones de gabinete, el juego del poder es dulce y extenuante.
Unos ni siquiera pueden dormir del cansancio y la preocupación y los otros tampoco duermen porque se creen presas de intrigas, ven enemigos imaginarios en cada rostro y como buenos oradores practican en sueños el discurso del día siguiente, pero esos sacrificios son para favorecer a la patria, la suya y la del partido, que no necesariamente es la nuestra.
Porque hay de todo en la viña del señor, oficios nobilísimos y ocupaciones execrables, el panadero desgasta sus brazos amasando, se pasa la vida entre horno y harina, la cocinera apurada explaya su talento para que lo deguste el Don de la casa, el bombero vuela para que el incendio no se propague, el buen policía atrapa delincuentes y usted diputado, además de hablar como lo hacemos todos, ¿a qué se dedica?.
¿Y qué opina usted abogado?, que se memorizó el ius de los romanos, los códigos civil, penal y mercantil y las leyes secundarias, que cree que “la moral es un árbol que da moras”, que le da largas a sus clientes sacándoles dinero para soterrar la esperanza.
Escuchemos lo que dice de lejos el soldado mientras practica el exterminio en la franja de Gaza, oigamos a las tropas del ejército salvadoreño en Irak, porque ellos son elocuentes, no hay mejor palabra que la estampada por el plomo.
Que exponga el publicista, el encantador de ilusiones, epíteto heroico ganado a pulso por jugar con la mente sus congéneres, a los que envía mensajes por todos los medios posibles para comprar lo que no se necesita.
Que hablen los jueces y los pastores, los primeros, se ciegan ante lo evidente y siempre liberan a los criminales por falta de pruebas; los segundos, prometen, previa limosna, reinos que no son de este mundo, paraísos a los que llegamos cargando nuestra cruz.
En este viñedo muchas uvas nacen podridas y contaminan a las demás, por lo que habría que cuestionarse ¿por qué habrá de todo en esta viña del señor?
Al soñar la utopía vale la pena señalar la “alienación del trabajo” al que apunta Metrópolis, la magistral película dirigida por Fritz Lang . Esta visión de una distopia futurista de grandes rascacielos y paisajes urbanos, y una casta de trabajadores que trabajan sin cesar para mantener el modo de vida de la élite es aún demasiado cercana para descartarla como ciencia ficción.
La Ópera El Mozote del compositor salvadoreño Luis Díaz Herodier – radicado en Colombia desde hace muchos años- y cuyo libreto fuera elaborado por la poeta Claudia Herodier, está basada en un suceso histórico ocurrido en el marco de la guerra del Salvador – la masacre de inocentes, y cuyo hilo conductor lo establece un
Crear, compartir, tolerar a través del sonido. Sistema Poliedro es el novedoso proyecto musical de composición electroacústica de carácter colectivo y remoto con la participación del joven compositor Renato Maselli de Guatemala. Parte de su credo: Compartir la autoría, estimular el procedimiento composicional en forma remota, ejercitar la tolerancia sobre la producción compartida.
La utopía existe en Ciudad libre de Christiania. En 1971un movimiento "okupa" hizo un llamamiento a todos los jóvenes de Europa con ideología hippie, "okupa" y liberal para ocupar 22 hectáreas de terreno militar en la capital de Dinamarca, Copenhague. Viven de forma diferente al resto de la sociedad, tienen sus propias leyes y no pagan impuestos. Entre sus normas o leyes: “El derecho de uso es más importante que el derecho de propiedad.”
El Ojo de Adrián se alimenta de una ardiente fe en crear espacios para la expresión y difusión del arte, literatura y pensamiento intelectual salvadoreño y centroamericano. Nacido en formato de blog en junio del 2005, tomó por nombre el del único huracán de la milenaria historia del Océano Pacifico. El Ojo turbulento de Adrián es el punto de encuentro y discusión de quienes están decididos a crear a pesar de la adversidad, a seguir vivos y activos, a compartir la libertad y la belleza, y a afrontar la injusticia y la indiferencia.
El Ojo de Adrián es un esfuerzo independiente impulsado por tres artistas salvadoreños desde el anonimato y editado por el ilustre Enrique Walden-Lagos. A partir de Dic 2008 se conforma su nuevo Consejo Editorial rico en experiencias y aportes nuevos. A lo largo de su trayectoria una verdadera multitud de colaboradores regionales --escritores y pintores, poetas y fotógrafos, músicos y cineastas- han sumado sus voces y obras para alimentar las 100 visitas diarias y 431 suscriptores con los que cuenta, a la fecha.
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