Por
Jorge Colorado
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Mi madre hizo por fin su examen de ciudadanía estadounidense y fue aceptada. Así que será citada para la juramentación como nueva ciudadana de los Estados Unidos y formará parte de la “Nación Hispana”, ideal comunitario que transformará de manera cualitativa la idea que tenemos de los Estados Unidos en el siglo XXI.
Mi madre hizo por fin su examen de ciudadanía estadounidense y fue aceptada. Así que será citada para la juramentación como nueva ciudadana de los Estados Unidos y formará parte de la “Nación Hispana”, ideal comunitario que transformará de manera cualitativa la idea que tenemos de los Estados Unidos en el siglo XXI.
Mi madre pasará a formar parte legal de la minoría más grande de EU, mucho más que los afro-americanos, ¿por qué hay una fiebre afro-americana en películas, videos, música, etc? y ¿"los latinos (termino que define desde la otredad a nuestros grupos étnicos del “south of the border”) somos casi invisibles?
Aparte de pocos ejemplos, pareciera que el gran “Mass Media” estadounidense trata de ocultarnos, ¿por que habrá ese intento disimulo cultural?, Quizás consideran que aún somos demasiado diferentes a para sus conceptos "americanos", quizás por que la gente vive sus valores culturales y no se integran como deben en el “american way", o tal vez no encuentran una idea políticamente correcta hacia los hispanos.
El “Mass Media” como único discurso monodireccional público es fundamental para el estadounidense, el "si sale en la TV es cierto" se vuelve una norma de pontificado, llegar a ella planteando nuestra “latin america way” se vuelve una necesidad reivindicativa de las etnias.
El ideal es exponernos bajo la multiculturalidad medianamente objetiva y no una interpretación anglosajona de esta -aunque dudo que llegue a suceder de esa forma, ahí soy pesimista -, actualmente hay una carrera de identidades por ver cual etnia logra impactar en la identidad de la nueva nación hispana, nación hoy por hoy un tanto indeterminada y difusa.
Aun no existe definición de como se comportará La Nueva Nación, y si esta tendrá tintes homogéneos, o se presentará como varias "naciones hispanas". Para los hijos de inmigrantes hispanos el país de origen de sus familias es apenas una idea o una fijación de sus padres y abuelos, su cotidianidad son los Estados Unidos, el “Spanglish” es su lengua (con extrañas variaciones durante una conversación entre uno y otro idioma, ¿será una especie de armonía lingüística?), y ahí se incorpora el Cipitio, los cuentos y los juegos de barriada y recetas tradicionales, pero híbridas con la Coke, Disneyland y los Corn Dogs; y para complicar las cosas, reinventadas según necesidades locales.
Hace un tiempo visitamos la Isla de Elis, en la Bahía de New York, cerca de la Estatua de la Libertad, ahí funcionaba el centro para recibir a los inmigrantes durante los últimos años del siglo XIX y las primeras cuatro décadas del XX. Si uno era un inmigrante pobre, que venía en tercera clase de un barco, seguro que llegaba ahí. Actualmente en el sitio se ha construido El Museo de la Migración (¿dentro de 100 años será en el muro de la tortilla?). El museo posee una enorme sala, que fuera utilizada para "colar" al inmigrante, la depuración se disponía en cuanto el inmigrante tuviera una enfermedad mental o física. Aunque de igual manera, se buscaban según la paranoia del momento a los anarquistas y un poco después a los comunistas.
En la sala central del museo, el inmigrante caminaba hacia un estrado donde un antepasado del la oficial que entrevistó a mi madre realizaba un crudo interrogatorio. Actualmente el interrogatorio es similar, aparte de cumplir con otros requisitos que comprueben su existencia civil dentro del sistema estadounidense y del manejo relativo de la lengua inglesa. Tal vez sea un alumbramiento difícil, pero según un buen amigo de una Organización Salvadoreña en Heampstead; Nueva York es necesario. Según ellos entre más salvadoreños con ciudadanía legal, más capacidad de votación y a mayor votación más políticas en beneficio de los intereses hispanos.
Así se detuvo la propuesta del condado de Suffolk en Long Island para utilizar la policía regular como oficiales de migración. Para un sitio con miles de salvadoreños, guatemaltecos y otros centroamericanos, esa propuesta hubiera resultado en una persecución y acoso para cualquier inmigrante legal o ilegal que se arriesgara a pasear una tarde de verano en el Parque West Hills.
De cualquier forma, el ingreso, legal o ilegal de centroamericanos y suramericanos que los Estados Unidos ha recibido en los últimos veinte años, inducirá más temprano que tarde, paso a paso, al cambio definitivo de la sociedad estadounidense. Por supuesto, que con sus resistencias y con sus hibridaciones culturales.
Entonces hablaremos “Latino Americano Way of Life, vea?”