José Rodríguez
SAL, 1971
De los valles de la muerte retorna José Rodríguez en esta nueva serie de obras en donde combina el dibujo y la pintura, la mancha y la línea, en un mundo silenciosamente surreal. “Su época de infancia ha estado marcada por experiencias muy relacionadas al tema de la muerte, visitas a crematorios y la violencia misma de la guerra circundante… el tema fúnebre es retomado desde una visión más intelectual, alimentado por la literatura clásica alemana y el decadentismo europeo decimonónico” dice Astrid Bahamon, Doctora en Historia del Arte. José Rodríguez ha retornado, ha regresado a las formas en gestación, al color en potencia, a la inocencia hecha infancia.
Rodríguez ha representado a su país en bienales regionales en Centro América y el Caribe. Su obra forma parte de las colecciones del Museo de Bellas Artes de Taipei, el Museo de Arte y Diseño de Costa Rica, y de colecciones privadas en todo el mundo. MB