1 dic 2008

Bloga 8

1.

Como perder una patria
Talpajocote
Blog de Miguel Huezo Mixco

http://talpajocote.blogspot.com/

Decía Roberto Bolaño que la única patria para un verdadero escritor es su biblioteca, no importa que esta se encuentre en estanterías o dentro de su memoria. Yo perdí una patria durante la guerra: una biblioteca de unos dos mil volúmenes. Al terminar "el conflicto" la fui reconstruyendo poco a poco. Se convirtió en mi nueva patria y un poco en mi cruz, lo cual es una tautología porque la patria de uno también es su cruz.


Si mi biblioteca es mi patria yo he sido un expatriado impenitente. Por diferentes razones, en los últimos quince años he vivido en once casas diferentes. En ese mi exilio, que me ha llevado a andar por la vida como un perro que busca su hueso, casi nunca he tenido juntos a todos mis libros. Cuando he conseguido reunirlos, como por obra de una maldición, me veo forzado a dejarlos, con el riesgo de perderlos, o se convierten en objetos de complicadas negociaciones.


Ahora, sólo una pequeña parte de mi patria está conmigo. La otra, la más grande, vive en mi memoria mientras llega el momento en que todas esas voces --poetas, narradores, fotógrafos, pintores, filósofos, aventureros--
se reúnan en sus nuevos anaqueles como en derredor de una hoguera. Desde que recomencé mi expatriación, abandonando y recobrando mis libros, desde que me hice trizas, desde que me rejunté sólo por pedazos, desde que me exilio en inesperados vecindarios, soy el habitante de una patria descuartizada.


Se me ocurre hablar sobre esto en medio de la lectura, quizás tardía, de la obra del chileno Roberto Bolaño, cuyo nombre, hasta hace poco, no significaba mucho para mí. Sabía quién era, desde luego. Inclusive, teníamos amigos en común. Pero su nombre para mí sólo era el de alguien repentinamente exitoso --o exitosamente repentino-- que ilustraba las listas de precios de los catálogos literarios. Y así como me resisto a leer las novedades que emergen de los premios patrocinados por los grandes consorcios editoriales, con esa misma obstinación me negaba a leer a Bolaño. Ni siquiera su muerte en 2003, lamentada en todas las lenguas, consiguió decidirme a comprar uno solo de sus libros.


Hace poco sucumbí al encanto de su pluma. Por obra y gracia de una lectora de literatura latinoamericana, leí "Amuleto". Es esa breve novela Bolaño cuen
ta la historia de Auxilio Lacouture, una uruguaya exiliada en México, que conoció a la olvidada poetisa Lilian Serpas, y que durante la invasión del ejército a la UNAM, en 1968, escapó de los milicos escondiéndose, con los calzones en los tobillos, en los servicios sanitarios de la Facultad de Filosofía y Letras. Desde ese mirador, a donde su memoria vuelve, Auxilio mira pasar el torbellino del pasado como una exhalación de aire caliente, y escucha entonar un canto a una generación de jóvenes latinoamericanos que marchan al exilio y la muerte. Un canto que es un canto de guerra y un canto de amor.


He decido robarme ese libro. No el libro en sí, que es de María, y que se en
cuentra alojado, como huésped de honor, en un entrepaño de mi pequeña patria, mi patria descuartizada. Me he robado algo que tiene que ver con la pasión, con el coraje y el arrebato, y con la lealtad a asuntos intangibles, como la mayor parte de las cosas que valen la pena, y con la legitimidad de la aventura, y con el alivio de reconocer que nunca es tarde para nada.


2.

La religión de mi tiempo
El intruso
Blog de Javier Payeras

http://soledadbrother.blogspot.com/

Esas identidades que brillan, tan relucientes como predecibles, donde la solución siempre recae en el todopoderoso mercantilismo y su maquinita de hacer patrones a la medida de nuestras inseguridades.


Sucede que cualquier cosa puede comprarse. Desde las valiosísimas obras de arte que por su antigüedad, perfección o valor simbólico pueden tasarse a millones de dólares en los mercados de subasta; pasando por la multitudinaria religión del “status” que no admite más que incondicionales consumidores de modas y boberías kitsch; o el pasillo de las ideologías trasnochadas que enrola a militantes globalofóbicos, neo-anticomunistas, ecologistoídes (con carros de doble tracción) o de cualquiera de las muchas tribus que se escudan detrás de una manera de vestir, un tipo de música, un par de libros de texto y unos cuantos emblemas de camiseta que ni siquiera pueden c
uestionarse.


Esa es la religión de mi tiempo. Una enorme maquila de alienación. Nada posee un valor real, porque todo vale nada. Un libro consumido únicamente por haber sido escrito por el Nobel de turno durará 5 meses a lo sumo en las estanterías del su
permercado. La película que conmoverá más que ninguna no puede pasar de tres semanas. El cantante ganador de no sé qué concurso de popularidad será polvo unos cuantos días después. Así, y aunque no lo queramos, nos mantenemos buscando algo sagrado en medio de la gran noche de lo efímero.


Oponer resistencia a este conductismo es la única manera de construir nuestro criterio. Un camino individual, sin argumentos rebuscados y sin militancias fanáticas. Buscarse una manera de sobrevolar encima del oleaje de certezas que llamamos desencanto.


3.

Postes
Talpajocote
Blog de María Tenorio
http://talpajocote.blogspot.com/

En mi ciudad crecen postes. Del suelo brotan unitarios, en parejas o en manojos. Brotan al lado de los muros, dentro de los parqueos, frente a las casas o los supermercados, en medio de las ventas callejeras, en las cercanías de los pasos a desnivel, detrás de los árboles, en los arriates. Algunos trazan líneas rectas que conducen las miradas hacia el horizonte. Otros forman constelaciones que ningún astrónomo descifra desde los aires. Se yerguen hacia el cielo interrumpiéndolo con cables negros de variable composición y peligrosidad.

Los hay de distintos tipos, alturas y grosores. Pero siempre son grises, del color del cemento y del concreto. Algunos sostienen apenas unos cuantos cables; otros extienden uno o dos brazos hacia el cielo y los coronan con lámparas que encienden por las noches. En mi colonia hay unos postes que sostienen cilindros también grises, elevan luces y conducen cables entre las casas. Son postes sofisticados. En el bulevar Los Próceres algunos semejan delgados robots con cajas y extensiones mirando hacia el cielo. Son aun más sofisticados.


Su ubicación callejera, su instinto vertical y su tersa superficie convierten a los postes --junto a los muros y los mupis-- en superficies aptas para mostrar mensajes. La gente los pinta, creyendo decorarlos con florecitas o exhibiendo colores políticos. Pega pequeños anuncios de álgebras resueltas o de fontaneros o de internet inalámbrico. Otras personas con más recursos cuelgan pancartas o banners en las alturas para que se vean bien claro, bien de lejos. Algunos postes se dignifican con anuncios de congresos y bienvenidas a presidentes extranjeros que visitan la ciudad.


Como los trenes en el siglo XIX, los postes debieron ser en algún momento señal de modernidad. Más bien dicho, conductores de ella: la electricidad, el teléfono, la internet, la televisión por cable hacen breves escalas en cada poste para llegar a los hogares y las i
ndustrias. Hoy día, sin embargo, es más moderno el cableado bajo la tierra: hay barrios, ciudades, distritos o zonas donde el paisaje urbano prescinde de esos grises y delgados artefactos.


Un día me preguntaba el porqué de las constelaciones de postes: hay cinco juntos en una esquina de la Manuel Enrique Araujo. Invadir la ciudad con postes. Incrementar la densidad del posteado por kilómetro cuadrado. Colocar uno sano y no enderezar al enfermo que fue chocado por algún camión. O un poste chacho: amarrar un poste nuevo a uno antiguo y frágil que ya dio su vida útil. De seguro quitar postes no es lucrativo.


4.

Calidad de vida
Caleidoscopio nocturno
Blog de Gabriel Otero

http://caleidoscopionocturno.blogspot.com/

Uno de los clisés en boga más aturdidores es la mentada “calidad de vida”, condensación de conceptos nacidos muertos en boca de políticos, palabras esperanzadoras como buenos deseos en un epitafio.


Los empresarios no se quedan atrás, la utilidad nunca se sacrifica por la calidad y menos para darle vida a sus empleados sino es en sus instalaciones. El único bienestar posible es producir algo a bajo costo. La acumulación de riqueza como fin último para el empresario, los recursos humanos son sólo peones sacrificables para la meta corporativa.


La calidad de vida es sólo un propósito en discursos y documentos, el aderezo rimbombante que tiene todo plan de gobierno, llámese progresista o conservador. En la aldea global de Marshall McLuhan cualquier mensaje es factible.


Usted y yo pertenecemos a la devastada clase media, nos ufanamos de poseer mundo, visión, experiencia, imaginación, creatividad, maestrías y doctorados; nadie, afirmamos, ha estado mejor preparado que nosotros para dirigir gobiernos o empresas.


La vida nos desmiente a cada momento, en pleno siglo XXI no hemos logrado equilibrar la balanza, pensamos que la plurifuncionalidad de un puesto reduce costos para la empresa o gobierno pero olvidamos que denigra a quien lo desempeña, creemos en la apertura del mercado y suprimimos los subsidios pero ignoramos al hambriento, nos hacemos llamar libre pensadores pero nos perturban las opiniones de los otros, legislamos para el bien común pero toleramos las taras y corrupciones institucionales. Esas son nuestras contribuciones cotidianas para mejorar la calidad de vida.


Olvidamos nuestra condición de marionetas del dinero o del poder, o de ambos, cavilamos sobre las injusticias mundiales pero especulamos con los bienes y el dinero de otros, nos quejamos de las condiciones políticas y la inseguridad pero ingenuos omitimos el pequeño detalle que nosotros elegimos a nuestros gobernantes.


Piénselo, fomentamos lo que padecemos, miramos ciegos al cielo buscando respuestas cuando están dentro de nosotros, aunque la frase suene desgastada hoy cobra más vigencia que nunca.


Apelemos a la solidaridad, no intentemos exiliar al limbo los restos de humanidad que aun nos quedan.



5.

22/10/08
Los días del mundo
Blog de Luis Acebes Navarro

http://luisacebes.blogspot.com/

Caigo dentro de mí por un tubo de gigantesco diámetro. Siento un zumbido en los oídos que se va fundiendo con la lluvia de fuera. Mi descenso es una señal, un pañuelo de seda que el tiempo ha dejado caer desde su tejado; lo miro, sus ondas me conmueven vistas desde abajo. Entro en otra región de mí, lo siento, mi carne seca se ha separado del resto como las partes de un cohete al abandonar la atmósfera. Saludo al que fui y lo hago con una cortesía impostada, no puedo negar el desinterés que me producen los sabidos episodios de su vida. Voy a una tierra oscura o a unas aguas densas, quizá sin peces, que me acogerán como a un extranjero voluntarioso que busca raíces y trozos de maderas para comenzar a construir su casa. Caigo de espaldas y no digo adiós. Las horas ya son leves. Han prometido un circo en miniatura para recibirme y el campanilleo de los adornos de los elefantes será suficiente música para complacerme. Que no me espere el que fui. Que lo carbonicen o lo usen de almohada o lo fundan para hacer neumáticos. Da igual. Ya no son mis cuentas ni posesiones. La piel antigua queda doblada al fondo del armario, junto a los skies viejos y las cartas. Tirad lo demás. El que vuelva será otro y otras serán sus cosas, sus camisas y la colección de manías que traiga, otra su forma de sentarse y pedir agua, otra la forma de mirar por la ventana. Ni los zapatos antiguos le servirán para caminar, porque sus leyes biomecánicas se habrán alterado y ni sus mismos pasos le servirán para avanzar. Que nadie me moleste, que nadie murmure mientras mi cuerpo abandona su anterior estado y se prepara para esta nueva vida.

6.

2004 en adelante
Analog
Blog de Rodrigo Peñalba

http://www.marcaacme.com/blogs/analog/

En noviembre 5 se cumplen 4 años de trabajo de MarcaAcme.com, portal web que dirijo desde Managua, Nicaragua. Estas palabras no son escritas para ser leídas como discurso ni como mensaje infomercial a favor del proyecto, pero no quería dejar pasar la oportunidad para hacer recordar la fecha. Por primera vez celebramos el aniversario como un evento cultural estilo MA, de entrada gratuita, en un local de Managua, incluyendo una función de cine, recital poético, y un concierto musical incluido.

De una u otra manera MA ha estado involucrada en muchos aspectos de la cultura producida desde Managua, y poco a poco a las principales ciudades del país y en eventos notables de Centroamérica incluso. Algunas veces existe la confusión propia de si presentar un evento como de MA o de mi persona, pero creo que cualquier editor fundador tiene el mismo dilema. ¿Cuándo un poema de PAC era un poema para La Prensa Literaria? y, ¿cuándo no?

Entre los eventos están la muestra de videoarte E.V.I.L. 1 y 2 en Cine July (2005), Exposición El Muro + Auras de Guerra de Ernesto Salmerón en El Palacio Nacional (2007), Exposición 1-5 de Habacuc en Managua (2007 - la del perrito), expo Espacios Urbanos en la Jornada de Arte Contemporáneo (INC, 2007), Unión Utópica - primera expo digital centroamericana, organizada por el Grupo CENTRO (2008), la expo 100 a favor de la despenalización del aborto terapéutico (2008), la edición del libro “Escaleras abajo” de Eunice Shade (2008), Literatosis One More Night (2008), Festival Ícaro Nicaragua (2008); colaboraciones con medios como Estrago, El Ojo de Adrián, El Nuevo Amanecer Cultural, trabajos con bandas como Tmoli, Guerreros Soles, Malos Hábitos; recitales poéticos, y muchas cosas más que están online por simplemente tomarnos la molestia de ponerlos ahí.

MarcaAcme no será para siempre, pero tampoco la veremos irse prontamente. Siempre está la oportunidad de saltar a un medio impreso, radial, incluso TV, o una forma en web que las combine todas, pero no veo la prisa. Más y más sitios y blogs están creando espacios culturales, unos con mayor énfasis en lo académico, otros en el clientelismo publicitario, algunos en lo subversivo financiado (proyectos de anarquía o innovación artística sostenidos por subsidios culturales de instituciones patrocinadoras), otros abiertamente auto-promocionales, y otros por el simple placer de hacerlo. Mientras tanto, en las cronologías y anuarios culturales la referencia a MA empezará siempre como "sitio web, 2004 en adelante".


7.

It´s only words
Artopia
Blog de John Perreault

http://www.artsjournal.com/artopia/

Jenny Holzer is at it again. To celebrate the restoration of the Guggenheim façade, she is projecting gigantic rolling texts on that very surface every Friday evening through Dec. 31. That curvaceous monument still evokes some pre-World War II fairground or a sound-stage building in Things to Come -- so futuristic it is charming.

Holzer's dusk-to-11 p.m. projections are futuristic too as they scroll, in all caps, up the pregnant belly of Wright's masterpiece. They never come to rest and, depending where you stand, are distorted and sometimes partially concealed by the building-bulge. This adds a perhaps unintended mystery to the meaning of the texts, necessarily un-attributed given the on-street, after-dark circumstances. One of my snapshots captures this meaningless string of words:

WITHIN AN INCH, A HAIRSBREATH FROM AN UNFORTNATE COINCIDENCE

I have a new insight into Holzer's logomania. Slogans, aphorisms and other texts are not so much about whatever meanings one can derive, but about the act of selection and the acts of presentation. Do not confuse her "signs" with concrete poetry, or with the words and word fragments in Cubist paintings or those of Stuart Davis or even Robert Indiana.

More ambiguous, although completely legible on the Guggenheim website, is:

MORE PEOPLE AND NEW OFFENSES HAVE SPRUNG UP BESIDE THE OLD ONES - REAL, MAKE-BELIEVE, SHORT-LIVED...

Here's the credits: For the Guggenheim, 2008. Light projection. Guggenheim Museum, New York. Text (pictured): "Tortures," from View with a Grain of Sand by Wisława Szymborska, translated by Stanisław Barańczak and Clare Cavanagh. © 1993 by Wisława Szymborska. English translation copyright © 1995 by Harcourt, Inc. Used/reprinted with permission of the author. © 2008 Jenny Holzer, member Artists Rights Society (ARS), NY. Photo: Kristopher McKay

I guess somebody doesn't want to be sued.

Although she has appropriated more words than any other conceptualist, Holzer is an abstractionist. The texts are often obtuse (or painfully banal). Someday I may get around to comparing her use of language to Lawrence Weiner's or, further back, to the single-word poems of the young Aram Saroyan.


8.

Tiamina
Revuelta la palabra
Blog de Pablo Benítez

http://revueltalapalabra.blogspot.com/

Se conoce comúnmente a la vitamina B1 con el nombre de tiamina. Se trata de una vitamina soluble en agua. La tiamina participa en muchas de las reacciones químicas del organismo. Principalmente, ayuda a las células a convertir carbohidratos en energía. Dicen además que es muy importante para el funcionamiento del corazón, los músculos y el sistema nervioso.

Estoy dispuesto a guerrear con el sueño.

Eso dijo --muy para sí-- Sofonías Sepúlveda ante esa noche arisca, vacía de estrellas y de nostalgias. Recordaba los versos aquellos de Neruda, tan cursis y tergiversadores. Se le dilataban las pupilas y se le escapaban aullidos rabiosos cada vez que rememoraba esas palabras en noches ariscas, como aquella que recién se le presentaba como tal.

Sepúlveda era una especie de cosmopolita --no cosmonauta, cosmopolita-- provinciano. Aquellos que conocen muy bien el mundo y sus vericuetos, pero nunca han despegado su ombligo de la tierra natal, de la tierra que les vio chillar y crecer.

Sepúlveda era profesor de literatura, como ya se sabe, desde el instante inmediatamente anterior a la frase "como ya se sabe".

Podría decirse que Sepúlveda era un tipo sin ilusiones vanas, todas sus ilusiones de alguna manera estaban orientadas hacia lo ponderable, hacia lo concreto, hacia lo alcanzable, al menos eso creía él. Y, al parecer, tenía razón.

Pero eso no bastaba. Sofonías Sepúlveda perdió todas sus guerras.


Cayó una vez. Y siguió batallando. Guerreó muchas veces y perdió siempre, sin excepciones.


Llegó a pensar en volarse los sesos. Pero no pudo imaginar cómo hacerlo, su capacidad imaginativa no estaba acostumbrada a esa violencia.


Era un tipo extraño. O eso decían. Aunque su vida fuera tan gris y corriente, aunque sus actos estuvieran marcados por un sentido común tedioso.


Sin embargo, eso cambió repentinamente. De pronto se le veía más vivaz, más apasionado, a pesar de todos sus fracasos. Muchos pensábamos que se trataba de un enamoramiento súbito, uno de esos amores que se instalan de inmediato en el alma o en el corazón o en el cerebro, en cualquier resquicio del ser. Otros opinaron que no solamente era un enamoramiento súbito, dijeron que se trataba de una fiebre sexual. Pero nada de eso había ocurrido.


Sepúlveda, simplemente, había descubierto la tiamina.